Salvo solicita un traslado a Génova para poder estar más cerca de Livia, pero está claro que la perspectiva de dejar su amada Sicilia es difícil. Mientras tanto, una camarera milanesa que había estado viviendo en Vigata desaparece, y la investigación debe sortear las numerosas especulaciones sobre la promiscua vida sexual de la joven. Montalbano divide su tiempo entre tratar de encontrar a la niña desaparecida e investigar una serie de robos inusuales, en los que las víctimas denuncian el robo de cantidades de dinero desconcertantemente pequeñas.