El silencio de Olivia la conduce a prisión preventiva donde conoce a Tuba, la esposa de Yaman. Una relación que le hace recordar su descenso a los infiernos, el apoyo incondicional de Rosario y el descubrimiento de Ariane d’Ursach, una anciana condesa, historia viva de Estambul, con la que reflexiona sobre los límites de la pasión y el amor. El dolor de verse reflejada en Tuba y la sororidad entre ambas, hace que Olivia sea consciente de su caída junto a Yamam y quiera retomar su interrogatorio. Pero los términos han cambiado: si quiere protección y libertad, debe ganarse de nuevo la confianza de Yamam y de su poderoso socio Emir, y darle a la policía toda la información posible.