Los frentes abiertos contra El Larguero, el Grupo Prisa o Florentino Pérez hacen que, tras más de 40 años de profesión que culminan con sus etapas en Cope y Onda Cero, José María García se vea obligado a dejar la radio, sintiéndose abandonado por su propio grupo mediático. Es entonces cuando llega un nuevo golpe, esta vez inesperado: el anuncio de un cáncer con, le dicen, pocas posibilidades de recuperación. Su fe y, por primera vez, su familia, se convierten en sus puntos de apoyo.